sábado, 19 de mayo de 2012

IMPORTANCIA DE LOS DEPREDADORES


Pocas especies han enfrentado un odio tan cruento por parte de los humanos como los grandes depredadores del planeta. Considerados por muchas personas como plagas, catalogados reiteradamente como peligrosos, se les ha atacado con armas de fuego y lanzas, se les ha envenenado y "multado" y se les ha exterminado a largo y ancho de sus hábitats. Aún en aquellas regiones donde se han protegido vastas extensiones de hábitat, con frecuencia los grandes depredadores son los únicos elementos que hacen falta en el sistema. 


Sin embargo, las investigaciones realizadas durante las últimas décadas están demostrando la importancia vital que tienen los grandes depredadores en los ecosistemas. Desde hace tiempo los biólogos saben que los depredadores controlan las poblaciones de los animales que les sirven de presas, pero estudios recientes revelan que su aporte es mucho mayor. Desde el control de depredadores más pequeños hasta la protección contra la erosión de bancos ribereños y la generación de zonas de concentración de nutrientes, parece ser que los grandes depredadores son indispensables para el funcionamiento de un ecosistema.



Durante mucho tiempo se ha reconocido que los grandes depredadores afectan y controlan las poblaciones de sus presas (por ejemplo, los lobos sobre los wapitíes, los leones sobre las cebras, los tigres sobre los ciervos), pero estudios recientes han demostrado que los superpredadores también inciden sobre las especies de carnívoros que se encuentran justo por debajo de ellos en la cadena alimenticia, conocidos con el término de “mesodepredadores”. Los coyotes de Norteamérica, las hienas de África, los ocelotes y jaguarundis de Sudamérica y las comadrejas de Europa, son ejemplos de mesodepredadores. 

Los mesodepredadores como “cazadores generalistas y versátiles, con la capacidad para alcanzar altas densidades poblacionales y para causar grandes impactos sobre una amplia gama de especies de presas”. Sin embargo, en ocasiones la situación se torna mucho más complicada. Por ejemplo, en ciertas regiones de Norteamérica donde se ha exterminado a pumas y lobos, los coyotes ascienden a la cima de la cadena alimenticia, lo que los convierte en superpredadores, aunque los coyotes difícilmente tienen los mismos hábitos de caza o poseen las mismas habilidades de los grandes cazadores del continente.

Al revisar los estudios de campo, el reporte encontró que una reducción de los grandes depredadores permite un incremento desproporcionado de los meso-depredadores, que en ocasiones aumentan hasta el cuádruple. En otras palabras, si una población de lobos tiene una reducción de cien animales, puede presentarse, bajo ciertas condiciones, una explosión de cuatrocientos animales en la población de coyotes. Este fenómeno ecológico, conocido por los científicos como ‘liberación del meso-depredador’, a su vez afecta a muchas otras especies. 

"Cuando los grandes depredadores (por ejemplo, los dingos) son removidos de un ambiente, los meso-depredadores (por ejemplo los gatos y los zorros) pueden incrementar rápidamente su abundancia, ya que tienden a ser especies más generalistas y oportunistas, con una mayor tasa reproductiva, lo cual empuja a las especies presa hacia la extinción", 

Los grandes depredadores impactan a las poblaciones de presas, a los mesodepredadores que se encuentran debajo de ellos e, indirectamente, a las presas de los mesopredadores, pero ¿qué sucede con las plantas? 

A primera vista parecería ridículo que un superpredador pudiera afectar drásticamente la vida vegetal de un ecosistema. Sin embargo, un estudio reciente publicado en la revista Biological Conservation realizado en cinco Parques Nacionales de Estados Unidos (Olympic, Yosemite, Yellowstone, Zion y Wind Cave) mostró el grado en el que muchas plantas, y por lo tanto, los ecosistemas sanos, dependen de los grandes depredadores. Entonces éstos no únicamente serían ‘los guardianes de las presas pequeñas’, sino también tendría que reconocérseles como ‘los guardianes de la flora autóctona’. 

“La eliminación de los superpredadores de un paisaje permite que los grandes herbívoros como el wapití y los venados forrajeen sin control, debido a la reducción en el riesgo de depredación y de la depredación misma”, explica a mongabay.com el Dr. Robert Beschta, primer autor del artículo. “Al paso del tiempo, el uso intensivo que hacen estos animales de las plantas puede alterar significativamente la composición de las comunidades vegetales, lo cual, a su vez, afecta a otros animales cuyos ciclos de vida dependen de la vegetación”. 

La pérdida de los grandes depredadores y el aumento en el nivel de forrajeo de los herbívoros también puede tener un gran impacto sobre los ambientes acuáticos, pudiendo incluso llegar a degradar las comunidades vegetales hasta el punto en el que “éstas ya no son capaces de mantener la estabilidad de los bancos ribereños ante los eventos en los que se presentan grandes caudales de agua” afirma Beschta. “Una vez que las comunidades vegetales ribereñas han sido degradadas, puede presentarse un ensanchamiento o erosión vertical de los cauces”. 

Uno de los estudios recientes más sorprendente sobre depredadores muestra que éstos no sólo afectan a las especies vegetales, sino que, a través de sus actividades de caza, también crean puntos de concentración de nutrientes que mantienen los ecosistemas ricos y variados. 

Investigadores de la Universidad Tecnológica de Michigan usaron registros de depredación de lobos sobre alces a lo largo de 50 años en el Parque Nacional Isla Royale, en el Lago Superior. Encontraron que los cadáveres de alce enriquecen el suelo con compuestos bioquímicos que crean puntos de concentración de fertilidad forestal. 

Mediante la cuantificación de estos compuestos en los suelos de los sitios de depredación y en sitios de control, los científicos encontraron que los suelos de los sitios de matanza eran entre 100 y 600 por ciento más ricos en nitrógeno inorgánico, fósforo y potasio que los sitios de control. Además, mostraron en promedio un 38% más ácidos grasos bacterianos y fúngicos y los niveles de nitrógeno en el follaje fueron entre 25 y 47% más elevados que en los sitios de control. 





EL CORAZÓN DE UNA LEONA

Una leona y un Oryx conviven juntos felices, pero tendra un final triste cuando mejor parecia ir.
Saba Douglas-Hamilton nos presenta a Kamunyak, una peculiar leona que se transformó en uno de los animales más famosos de la historia de una reserva animal en Kenia. Kamunyak, a pesar de la necesidad natural de cazar para conseguir alimento y subsistir fue capaz de olvidar sus instintos asesinos para cuidar durante 16 largos días una cría de oryx y de comportarse con ella como si fuera su propia madre. La leona se transformó en la madre de un animal que según las leyes de la naturaleza es su presa. Los científicos están intrigados y ansían averiguar si Kamunyak se comportará de igual manera cuando tenga que cuidar sus propias crías pero los Samburu tienen otra teoría, ellos creen que la leona nunca podrá tener cachorros propios y la cría de oryx fue un regalo de Dios para compensarla.

domingo, 22 de abril de 2012

DEPREDADORES EN ACCION

Estos son algunos vídeos de los mas grandes depredadores de la naturaleza

El Guepardo y su velocidad

Los cocodrilos y su increíble técnica de ataque

La poderosa águila real y sus temibles garras

Araña de tela de escalera y el Tiburón Blanco


Alcatraz un verdadero misil, el Aye-Aye y su increíble capacidad sensorial


El Pulpo, libélula y Gecko


Araña Corola y su asombrosa inteligencia y Raya Torpedo


El Tiburón Martillo y el topo estrella


La Serpiente de arena y el Carabo 


La Sepia

QUE ES LA DEPREDACION



La depredación se define como la captura de una especie por parte de otra con el objeto de alimentarse. Es un tipo de relación Interespecífica, es decir, que se da entre organismos de distintas especies. La depredación es una relación que se da casi exclusivamente entre los animales. Además de ellos, las plantas carnívoras también realizan un tipo de depredación, que no es activa, al alimentarse de otros invertebrados.

Estrictamente hablando, la depredación es la que un animal ejerce sobre otro de especie diferente. Muy pocas veces surge depredación entre animales de una misma especie, y si sucede, no es en sí una depredación, sino una respuesta a factores como el estrés o el control de población. La depredación se da debido a la necesidad de alimentarse.

Con el paso del tiempo, todas las especies animales, tanto depredadores como presas, han ido evolucionando para desarrollar ataques y defensas más efectivos respectivamente. Entre los depredadores se encuentran cantidades enormes de sistemas de ataque que cada especie ha ido desarrollando para alimentarse. Por ejemplo, las águilas poseen una visión impresionante, que les permite detectar a sus presas a grandes distancias. Los guepardos poseen la cualidad de correr a una velocidad superior a sus también veloces presas. Así también, los halcones pueden volar más veloz que cualquier otra ave. Otros, como el zorro, tienen un sentido del olfato muy desarrollado. En cuanto a los lobos, pueden correr grandes distancias debido a su increíble resistencia. Algunas especies de peces e insectos han desarrollado efectivos sistemas de camuflaje para atrapar a sus presas. Otros animales, poseen sistemas de atracción, otros, de asecho, otros, veneno, etc.

En cuanto a los animales que suelen ser presas, también existe una evolución que les permite defenderse. Algunos como el erizo o el puercoespín, poseen cuerpos armados con espinas, que los hacen presas difíciles. Otros, como las tortugas o los armadillos, tienen sus cuerpos acorazados, muy difíciles de atravesar. Algunos insectos y otros animales, producen sustancias repelentes tóxicas o desagradables para el enemigo. Herbívoros como las gacelas, han hecho de la velocidad y la agilidad su mejor defensa, además de poseer una gran resistencia. Otros grandes herbívoros como los ciervos y los búfalos son tan corpulentos que son difíciles de depredar. El jabalí posee peligrosos colmillos. Las cebras y las jirafas pueden dar mortales patadas. Algunos, como los roedores, no se preocupan por el individuo, pero sí por la especie y se reproducen masivamente. Muchos optan por mantenerse en grandes grupos para desorientar al enemigo. 

Otra gran defensa es el mimetismo. Algunos animales son capaces de usar más de un sistema de defensa.
Otro factor importante es que una especie depredadora puede, a su vez, ser cazada por un predador mayor, es decir, puede ser presa y depredador a la vez. Es el caso de muchas culebras que depredan a animales pequeños como roedores, pero esas mismas culebras son cazadas por aves rapaces como las águilas. Además, algunas especies pasan de ser presas a ser cazadores durante su ciclo de vida. Por ejemplo, las crías de grandes depredadores como los felinos, pueden ser presa de otros carnívoros, pero al llegar a la edad adulta, pasan a estar en la cima de la pirámide alimenticia.

La depredación tiene una función muy importante en la naturaleza, ya que por medio de ella se controla la población. Al controlarse la población animal, también se controla el uso de los recursos de los ecosistemas. Un ejemplo claro es en los ecosistemas en donde las águilas y las serpientes cazan especies que se alimentan de plantas. Si una de las especies cazadores llegara a extinguirse, la otra especie no podría controlar la población de herbívoros y finalmente la población vegetal disminuiría y causaría un desastre ecológico. Por el contrario, si faltaran los herbívoros, se extinguen también los depredadores y no habría tampoco control sobre las plantas. 

Finalmente, la depredación también es importante para la selección natural. Los depredadores, tienden a cazar a las presas más débiles, causando que los individuos más fuertes sobrevivan y contribuyan a un mejor desarrollo de los ecosistemas. Además, entre los mismos depredadores, los mejores cazadores logran sobrevivir.

CARACTERISTICAS

Los animales depredadores son aquellos de régimen carnívoro y capaces de perseguir a sus presas para capturarlas, por lo que tienen que desarrollar una serie de adaptaciones que les permitan hacerlo.


Moverse con agilidad es una necesidad para muchos animales. Sólo los grandes depredadores que no tienen enemigos naturales que les persigan, podrían prescindir de la velocidad. Sin embargo, con frecuencia deben correr tras sus presas y nadar o volar con gran rapidez para cazarlas. 

En el mundo animal están los depredadores como: el león, lobo, coyote, perro salvaje, puma y tigre. Y se definen como presas a los ciervos, conejos, antílopes, cebras, venados, gacelas y las crías de cualquier animal. En estos casos, el depredador es un animal carnívoro, es decir, se alimenta de carne.






Es importante tener en cuenta que en la interrelación entre las especies, el ser un depredador o ser una presa constituye el principal factor del equilibrio ecológico y el hombre también tiene su participación, aunque la mayoría de las veces suele ayudar a alterar dicho equilibrio, ya que su erróneo comportamiento de depredador no mide el daño que causa al medio ambiente, especialmente cuando la depredación tiene que ver con la cacería deportiva.


Muchas especies depredadoras se encuentran en peligro de extinción justamente por esta actividad, la cual, esta prohibida en la mayoría de los países en el mundo, pero es algo muy difícil de controlar. Por otro lado es importante tener en cuenta que los animales depredadores cuentan con características físicas fundamentales para poder alimentarse, las cuales son la dentadura, las mandíbulas que se caracterizan por su fuerza, y lógicamente sus garras.


Además de estos casos de sobreexplotación, cacería, colección, comercio y control de depredadores, las causas directas de extinción se han intensificado debido al daño o destrucción del ecosistema en el que vive el animal. Estas causas son quizás los medios más graves de extinción de la vida silvestre.